lunes, 4 de agosto de 2008

Ayuda humanitaria


LA CIA, EL MOSSAD Y KIRCHNER

El señor Joaquín Morales Solá, en una nota publicada en una edición del diario “La Nación” bajo el título de “Tensiones de Kirchner con Washington y el G-7”, texualmente nos dice: “La CIA y el Mossad (la inteligencia israelí) ayudan mucho a la Argentina, incluso en el combate del delito común, aseguran los que conocen las cosas secretas del Presidente”.

Ahora bien, si la CIA y el Mossad —leáse Estados Unidos y el Estado de Israel a través de sus servicios de inteligencia— colaboran con el gobierno argentino, como dice sin el menor rasgo de indignación el columnista, no es por medio de la provisión de una línea de créditos o con un intercambio de estudiantes, sino con el suministro de inteligencia.

Y si esa inteligencia colabora en “el combate del delito común”, como la cuasi totalidad de los “delitos comunes” de la Argentina se producen en nuestro país, la inteligencia que proveen el Mossad y la CIA es inteligencia interna, o sea que ambos servicios pertenecientes a potencias extranjeras realizan tareas de recolección de información y análisis en el territorio argentino, con el conocimiento y complicidad del “contestatario”, “rebelde”, “izquierdista”, “montonero-erpiano”, “prochavista”, gobierno de Kirchner.

Ahora se explica por qué las Fuerzas Armadas argentinas tienen estrictamente prohibido hacer inteligencia, bajo la terrible pena de ser incriminadas en delitos aberrantes y de lesa humanidad, retroactivos, imprescriptibles e incombustibles, castigados por Hebe de Bonafini, Zaffaroni, la Carlotto y la Srta. Argibay y por el coro estable de alcahuetes, cipayos, ONG's y fundaciones financiadas por la Ford Foundation o engendro similar (es decir, la propia CIA) y el Gobierno Británico (es decir, el invasor de Malvinas).

Entonces, señores militares… ¿qué digo?… señores argentinos, a meter violín en bolsa y nada de pretensiones de hacer inteligencia. Acá el único que hace inteligencia es el Nuevo Orden Mundial. A nosotros nos prohiben tener ojos y oídos, debemos ser ciegos y sordos. Nuestros lazarillos, que nos guiarán alegremente por el mundo, serán la CIA y el Mossad, que como dice el Sr. Morales Solá, gentil y filantrópicamente nos ayudan.

Y mientras eso ocurre, a nuestro grotesco pagador del FMI se le permitirá tener pretendidas y simuladas tensiones con Washington, Nueva York, el G-7, el G-70 y el 100 también.

Un día antes de esta noticia que comentamos, se cumplieron doscientos años de la jornada en la cual el Pueblo y el Ejército le dieron un rotundo escarmiento al invasor de nuestra Patria, el mismo que en Malvinas continúa mancillando nuestro suelo y mantiene operando en el territorio continental, como cabeza de puente, una red de ONG defensoras de los derechos humanos, la ecología, el indigenismo, la contranatura y el abortismo. Variado cóctel con una sola finalidad: la putrefacción nacional en todos los frentes.

Por el triste estado de sometimiento en que nos encontramos hoy, es tanta la lejanía con aquellos felices y heroicos tiempos de 1806 que parece que hubieran pasado más de dos mil años, en vez de doscientos.

Fernando José Ares

1 comentario:

Anónimo dijo...

La verdad es que no le creo nada al Sola.

La CIA y el Mossad tienen otras cosas que hacer, mas importantes--para ellos--que los piratas del asfalto o traficantes de poca monta.

Que proveen inteligencia sobre, por ejemplo, extremistas musulmanes, bueno, es un poco mas creible.