lunes, 28 de marzo de 2011

Liberación de Madrid

PASAMOS Y PASAREMOS
   
   


    
   
El 28 de marzo de 1939 las tropas nacionales entraron en Madrid. Si bien los “últimos objetivos militares” tardarían aún tres días más en alcanzarse, en aquella mañana luminosa volvía a amanecer en Villa y Corte, liberada ya de la invasión soviética.
Quiera Dios que el Cid, que de camisa azul cabalga sobre los luceros junto a nuestro Caudillo y al Ausente, y junto a tantos guerreros que por Dios y por España vencieron en la Undécima Cruzada, iluminen la ruta a seguir en estos tiempos infames.
   
   
   
NO PASARÁN
   
El slogan es de origen francés y se remonta a la defensa de Verdún por las tropas de Pétain, cuando el gran soldado terminó su proclama al Ejército con esta frase: Ils ne passeront pas! El hecho de que no pasasen dio a la consigna un valor universal y una enorme popularidad.
   
El barniz de cultura gálica que siempre distinguió a nuestros progresistas, menos amantes de la Revolución francesa que de su inmediato derivado, el café de camareras, se puso de manifiesto una vez más al utilizar este slogan, primero en los momentos iniciales del ataque a Madrid, y luego en todas partes. El lema sirvió para carteles, canciones y para cubrir con sus nueve letras todos los muros disponibles. En cierto modo, garantizaba una posición más defensiva que ofensiva, lo cual no deja de ser curioso. Por la costumbre de la requisa y el garbeo, los del Agit-prop atribuyeron la frasecita a la “Pasionaria”. César Falcón, un valet de la gacetilla comunista, escribe en su libro Madrid: “Las palabras de Dolores han quedado fijas para siempre en la consigna «¡No pasarán!». En todas las mentes lucen estas dos palabras con una claridad precisa, radiante, guiando la voluntad de lucha y de victoria. El pueblo tiene desde ahora mismo un norte seguro”.
   
Y por si fuera poco, insiste: “La consigna de «Pasionaria» corre de boca en boca. Se ha convertido en el «santo y seña» del antifascismo. La repiten las patrullas de vigilancia, los que guardan los locales obreros, los que trabajan, los que esperan turno para el combate; hombres y mujeres, niños, cuantos van a defender la libertad de España”.
   
El coplero Tapia tocaba el arpa:
   
¡No pasarán por los llanos!…
¡No pasarán de la Sierra!…
¡No pasarán por el Tajo!…
¡No pasarán de Oropesa!…
¡No pasarán de Mangada!…
¡No pasarán de Perea!…
¡No pasarán de Pinares!…
¡No pasarán de Sigüenza!…
   
¡Qué parapetos dos de ellos!
   
“Trincheras, nidos de ametralladoras, emplazamientos artilleros —escribe Pedro Gómez Aparicio en su excelente crónica de la campaña de Vizcaya, ¡A Bilbao!—, refugios antiaéreos de decenas de metros de profundidad, sólidos edificios de cemento transformados en fortalezas, como el famoso casino de Archanda, del que los rojos trataron de hacer un segundo Alcázar toledano…; nada se olvidó por convertir en realidad posible el «¡No pasarán!» que decoraba las fachadas de todos los domicilios bilbaínos y hasta el último de los caseríos montañeros”.
   
También las tropas nacionales emplearon alguna vez —sur champ— esta consigna, como puede verse en el párrafo que sigue, tomado de Belchite, un relato del capitán De Diego y de los tenientes Quintana y Royo, que allí estuvieron:
   
“Tiembla la pared que les resguarda cuando contestan todos: «¡Arriba!».
“Al último herido le cae un hilillo de sangre que se limpia mezclándola con sus lágrimas.
“El oficial pretende explicar:
“—Para facilitar los bombardeos de nuestra Aviación sin que nos cause bajas, vamos a retirarnos unos metros hacia atrás. Al dejar momentáneamente estas ruinas empapadas de sangre aragonesa, jurad conmigo, de nuevo, ante la horda: ¡NO PASARÁN!
“Y al oír quien mandaba aquellos hombres sus gritos frenéticos, sintió ganas de llorar: de rabia, de emoción, de alegría”.
   
La teórica del no pasarán tuvo, con expresa citación o sin ella, maravillosos ejemplos prácticos en el Alcázar, Oviedo, Quijorna, Villarreal de Álava, el Santuario, Huesca, Teruel, Alcubierre, La Lora, en infinitas posiciones ya olvidadas y sin nombre, y esto independientemente de que se pasase o no. Tampoco faltó su dosis musical, a cargo de un chotis que el maestro Guerrero compuso en San Sebastián y que me parece que se titulaba Ya hemos pasao. En el estribillo se citaba, para el retruque, la dichosa consigna. Calculo que fue en el momento de liberarse Madrid cuando se hizo público, y su primera intérprete fue Celia Gámez.
   
Rafael García Serrano
(Tomado de su “Diccionario para un macuto”)
   

1 comentario:

Anónimo dijo...

Efectivamente el chotis que hace referencia don Rafael García Serrano se llama "Ya hemos pasao".

Sobre su primera cancionista Celia Gámez debemos consignar que esta famosa actriz y cantante española era de nacionalidad argentina. Había nacido en Buenos Aires, lugar donde también reposan sus restos.

Estaba de gira cuando estalló la Guerra Civil por la zona que controlaron los que irónicamente en el chotis denominó "rebeldes" y "facciosos" (los nacionales), cuya causa abrazó de inmediato.

Cuando la democracia imperó en España, Celia Gámez regresó a Argentina.

La letra de "Hemos pasao" es la siguiente:
"Era en aquel Madrid de hace dos años
donde mandaban Prieto y don Lenin
Eran en aquel Madrid de la cochambre, de Largo Caballero y de Negrin.
Era en aquel Madrid de milicianos, de hoces y de martillos y soviet.
Era en aquel Madrid de puño en alto, donde gritaban ¡No pasarán!.
¡No pasarán! decian los marxistas.
¡No pasarán! gritaban por las calles.
¡No pasarán!, se oia a todas por plazas y plazuelas con voces miserables.

Ya hemos pasao y estamos en las cavas
Ya hemos pasao con alma y corazón
Ya hemos pasao y estamos esperando pa ver caer la porra de la gobernación.
Este Madrid es hoy de Yugo y flechas, es sonriente, alegre y juvenil.
Este Madrid es hoy brazos en alto, sin sigos de flaqueza, cual nuevo Abríl.
Este Madrid es hoy de la Falange, siempre garboso, alegre y lleno de cuplés.
A este Madrid que cree en la paloma,
ya hemos pasao, decimos los facciosos
ya hemos pasao gritamos los rebeldes
ya hemos pasao, y estamos en el prado mirando frente a frente a la señá Cibeles.
No pasarán, la burla cruel y el reto
No pasarán, pasquines en las paredes
No pasarán, gritaban por el micro, chillaban en la prensa y en todos los papeles.
¡ Ya hemos pasao!"


El chotis cantando Celia Gámez puede ser escuchado en http://www.youtube.com/watch?v=ztaSve4cXtA&feature=related

Fernando José Ares