viernes, 12 de agosto de 2011

Mirando pasar los hechos

GOBIERNA EL RUBRO 59
  
  
“Sembrarán viento y recogerán torbellinos para su ruina: no habrá allí espiga que se mantenga en pie, y sus granos no darán harina y si la dieren, se la comerán los extraños”
(Oseas, 8, 7)
  
MARÍA JOSÉ LIBERTINO

Mientras la Presidenta cada día más enloquecida con sus visiones fantasmales, se jacta de que ahora —gracias a “Él”— los niños cantan mejor y limpiamente el himno nacional, una de sus conspicuas aliadas se ha propuesto corromper la niñez, ensuciando a los chicos de la primaria con instrucciones para la fornicación precoz y segura —en un enfrentamiento cada vez más claro contra la Ley de Dios— para empezar con el reparto del innombrable adminículo que, como un símbolo colosal de la gigantesca prostitución del régimen, revistió en su momento al obelisco de la Ciudad Autónoma, capital irreconocible de la vieja Patria.
  
Dicen que por la vereda de una antigua escuela técnica de Flores —donde la furiosa libertina se propuso ejercer virtualmente su comercio— algunos picaruelos cantaban la vieja copla: “Ramerita me llaman desde la escuela / siendo de estas ramas una alameda”.
  
El asqueroso vómito (no hay términos más precisos) trae recuerdos concluyentes. Empezando por la aludida exhibición pornográfica del esperpento de la Avenida de 9 Julio y Corrientes, con la pasividad casi aceptante del máximo prelado local, tal vez enfrascado en los planes para aniquilar palabras egregias que pudieran espantar la popularidad del culto.  Igual acaso, que el diplomático de la Avenida Alvear, sin duda absorbido por la preocupación por custodiar la imagen de su apuesto palacio.
  
Pero la evocación más terminante remite al triste suceso cuando el ministro de Salud, en el Día del Estudiante se anticipó a hacer lo mismo que ahora la libertina de marras. Precisamente esta fue la ocasión que dio lugar a una piadosa advertencia del Obispo Castrense, recordándole la terrible admonición evangélica sobre el escándalo, lo cual dio lugar a una efusión del fariseísmo enloquecido, frente a lo insólito de que un Pastor de estos lugares acudiera en protección efectiva del rebaño.
  
Son bien conocidos los improperios metrallados por todos los medios: la tergiversación de los términos, la alarma hipócrita sobre la reedición de calumniosos “vuelos de la muerte”, que desembocaron en la inmediata cesantía del Prelado, contra todas las reglas del derecho y las relaciones, en medio de la indiferencia general de fraternos dignatarios, que toleraron silenciosamente el insultante avasallamiento eclesial y la inicua persecución del pastor celoso de sus obligaciones.
  
EL DESCALABRO EDUCATIVO
  
¿Por qué sorprenderse entonces al rebalsar el lodo y toda la inmundicia que sofoca al país? Todo esto sigue a los vientos polvorosos de la destrucción espiritual, institucional y obviamente patrimonial.
  
Entre tanto, el desparpajo característico del régimen marxista, supera lo imaginable. Como acaba de demostrarlo una vez más el Ministro de Educación de la Nación, en su airada respuesta a un Arzobispo consternado por el descalabro educativo nacional y la “insoportable proliferación del delito”.
  
El porfioso deseducador rescata los programas y materiales pornográficos distribuidos por su orden entre las escuelas y familias, para garantizar que todos nuestros niños reciban información “veraz y científica”, como el uso del  adminículo promovido por la furia libertina. Sin olvidar las sugerencias para actuar “frente a los juegos exploratorios que se dan en la primera infancia”, o cómo acompañar a los adolescentes en su “debut sexual” (sic) y hablar con ellos sobre “diversidad sexual”. No hacen falta mayores comentarios sobre la perversión —no ya sólo el “descalabro” (contrariedad, infortunio)— del sistema educativo instaurado por la tiranía. Y si alguna prueba se requiere de sus consecuencias nefastas, ahí están las bandas delictivas constituidas por niños y niñas menores de doce años, operando a metros de la Catedral de San Isidro… sede del máximo dialoguista episcopal.
  
CADAVÉRICO
  
Hasta tal extremo ha caído la nación ocupada. Mientras la delincuencia concentra su ataque en la “ocupación” de tierras donde quieran sus epígonos; a los cuales incluso piden ayuda las mismas autoridades.  Hay que subrayar su correlación con el desastre educativo y la complicidad de los medios de difusión, que ejercen labor paralela. Empezando por cambiar la naturaleza de los hechos al suprimir la palabra exacta que describe el delito de USURPACIÓN, vocablo que hoy ha sido sustituido con el rebuscamiento y desentono de “las tomas” de tierras y edificios (cfr. “La Nación” del 7 de agosto de este año). Como si fuera un vaso de agua. ¿De qué asombrarse entonces por la opinión de cierto Supremo juez, al callificar semejante atropello como un problema social y no penal?
  
La Argentina ha sido invadida por enemigos toscos o sutiles que la están aniquilando, para que no queden rastros de su antiguo porte. Ahí culmina precisamente el escándalo de la Corte Suprema, manchada su altísima jerarquía con salpicaduras de burdeles y proxenetas intocables.
  
Ahora sí, puede decirse que todo está convocando a cantar con más instancia que nunca ¡Coronados de gloria vivamos / o juremos con gloria morir…!
  
Casimiro Conasco
  

1 comentario:

Anónimo dijo...

12 de Agosto: Día de la Reconquista. Gloria a Nuestra Señora del Rosario y de la Reconquista de Buenos Aires !! (Y a Santiago de Liniers!). 14 de Agosto: Primer Gobierno Criollo